viernes, 29 de abril de 2011

Tarta de crema pastelera y manzana

Uffff... la primera receta del blog.. ¡¡qué nervios!! ¿Os gustará..? ¿No os gustará? *deshojando margaritas* Espero sinceramente que sí, aunque sólo sea por todo el cariño que le ha puesto mi madre (como a cada plato), ¡¡y el placer con el que me lo he comido yo!! Allá vamos...

EL PORQUÉ

Hacía mucho que no hacíamos en casa ningún postre especial con frutas. Venían a comer unos amigos de mis padres (ese matrimonio típico al que conocen desde antes de que Noé fabricara el Arca...),  y era la excusa perfecta para 
a) quitarnos el mono de "postre" 
b) deleitar a nuestros invitados con un dulce rico y no muy pesado 
c) gastar algunos de esos paquetitos de galletas maría de los chorromil que nos regala mi abuela.

INGREDIENTES


PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 185º durante 10-15 minutos. 

Moler las galletas. Seamos sinceros: thermomix, batidora, molinillo de café... Usa el método que prefieras, el asunto es molerlas, (mejor que aplastarlas con un tenedor o rayarlas con un rayador) para que sea más sencillo mezclarlas después con la mantequilla/margarina para hacer el molde. 

Una vez molidas, se vierten en el molde en el que va a hacerse la tarta. El molde tiene que ser bajito, más bien plano porque la galleta ha de quedar a ras del borde. En cuanto a la forma del mismo, da igual, si lo tienes redondo, te saldrá una tarta redonda y si lo tienes en forma de caballito de mar, te saldrá una tarta original =) No hace falta complicarse escogiendo uno especial. Nosotras, mismamente, hemos utilizado el que tenemos para hacer pizzas.
Derretir en un bol/taza/recipientepequeño un poco de mantequilla/margarina (lo que tengáis por casa y os guste más, lo mismo da), y mezclarla con la galleta. La clave está en que quede una mezcla compacta pero no pringosa. Si veis que se os deshace, añadid un poco más de mantequilla. Nosotras lo hacemos así (galleta molida y no machacada y mantequilla derretida), porque así es más fácil de mezclar y requiere menos mantequilla, por lo que, además, la base queda menos grasa/pesada.


En otro recipiente aparte y a mano con varillas o espátula, mezclar la crema pastelera con la nata. Tened cuidado de no batir la mezcla, o la nata se montará, dejando una textura demasiado esponjosa y más difícil de extender. Si sois muy golos@s, podéis añadir azúcar a la mezcla.

Verter la mezlca sobre la base de galletas y extenderla con una espátula, de forma que quede lo más plana y homogénea posible.



Cortar las manzanas en gajos o láminas y colocarlas de forma decorativa sobre la mezcla anterior.



Espolvorear azúcar moreno al gusto (depende, de nuevo, de lo golosos que seáis). (*)



Hornear a 185º durante 30 minutos aproximadamente (más o menos, hasta que la manzana esté dorada, depende de la potencia de vuestro horno).

(*) Si en lugar de azúcar moreno utilizas mermelada, aconsejamos aclararla primero en un cazo con un chorrito de zumo de limón, dejarla hervir un par de minutos, y extenderla sobre las manzanas sólo cuando la tarta lleve unos 20 minutos de horneado. Después hornear de nuevo la tarta (con la mermelada ya extendida) otros 10 minutos. De esta forma la manzana se hará bien y la mermelada no se quemará. Recomendamos para extender la mermelada
a) pincel de silicona, si tenéis
b) reverso de la cuchara de postre de acero inoxidable de toda la vida si no tenéis pincel =D

Antes de servir, la tarta tiene que haberse enfriado y cuajado de nuevo, (pues la crema pastelera se derrite con el horneado), por lo que, para curarnos en salud y que luego no nos echéis la culpa de que vuestros invitados os han asesinado, recomendamos hacer la tarta de un día para otro y dejarla reposar de 12 a 24 horas en la nevera =)

  
EN CASA

Pasos OBLIGATORIOS en toda elaboración tartera, especialmente en ésta, que tiene crema pastelera de por medio: 

Una vez metida la tarta en el horno, (y antes de empezar a fregar cacharros y recoger el estropicio cocinero que se forma cuando uno se pone manos a la obra), dedicar un rato (muy bien empleado) a rebañar boles, recipientes, varillas, espátulas, cucharas, cualquiercosaquehayatenidocontactoconlacrema, con los dedos, lengua o una cuchara si sois escrupulosos hasta en vuestra propia casa. 

Si has ayudado a cocinar, ¡ayuda también a recojer! Y si no has ayudado, pero estabas por ahí, ¡pues también!

Y sobre todo, sobre todo, ¡¡no se te ocurra comerte la tarta antes de que lleguen los invitados!!